Hace tan solo seis meses los inquilinos del mercado central de Limón, eran desalojados de los locales que había construido la Municipalidad de Limón de manera “provisional” y en los que debieron mantenerse por muchísimos años en el boulevard e inmediaciones del viejo mercado, esperando el sin fin de problemas de la nueva edificación.
Luego de muchas peleas legales, las autoridades judiciales obligaron a la Alcaldía a reinstalar a los inquilinos a los locales de la nueva edificación, a pesar de la gran disconformidad de los arrendatarios, quienes no tuvieron más camino que acatar las disposiciones y arroparse de fe y esperanza de que en las nuevas instalaciones el consumidor limonense les apoyaría, pero hoy la realidad es otra, muy contraria a sus intereses.
Limonhoy.com realizó un recorrido por las instalaciones y pudo corroborar que efectivamente la situación que enfrentan los propietarios de los locales comerciales es difícil, además de que también muchos de los antiguos arrendatarios prefirieron dedicarse a sus actividades comerciales de manera “ambulante” dada la complejidad que enfrentaron en las nuevas instalaciones.
Para “Pepe” -nombre que le daremos a un exinquilino que pidió no revelar su nombre por temor a “represalias” por parte la Policía Municipal o de los propios Regidores Municipales-, la situación ha sido tan grave que decidió "tirarse a las calles" e intentar comercializar con otros productos su actividad como vendedor ambulante, pues le fue imposible en el mercado nuevo.
“Mire la verdad es que ellos no saben el daño que me hicieron a mí y muchos otros, me cobraban un 'ojo de la cara' del nuevo alquiler que subieron como les dio la gana sin pensar en que tenemos familias y eso era empezar de cero, luego teníamos que invertir en arreglar nosotros mismos los locales pues los daban sin cortinas, sin cerámicas para el piso, lavatorios o pilas para lo básico y para rematar, la gente no subía al segundo piso por pereza, aunque hay un elevador chiquitillo, que tampoco servía de mucho, entonces no me quedo más que pulsearla en la calle", comentó.
Pese a todo, los comerciantes de las Sodas del primer piso, se mantienen en su intento por no desfallecer y aunque también les ha resultado muy duro el cambio y las ventas disminuyeron considerablemente al extremo de tener que despedir colaboradores y trabajar con el mínimo de personal, aún continúan frente a sus negocios.
María Elena Gaitán, es la propietaria de Soda Las Flores, mencionó que desde febrero de este año, al día de hoy, la situación ha resultado muy asfixiante.
“La verdad lo que le puedo decir es que los primeros 3 meses fueron totalmente fatal, los clientes no llegaban, no se acostumbraban al nuevo edificio, como que a la gente, no termina de gustarles el ambiente de aquí, ya estos últimos 3 meses si está viniendo un poquito más clientes, pues como ya quitaron todo lo que estaba allá donde estábamos ubicados anteriormente, ya están llegando un poco más acá, pero al cliente le gusta más un local donde las mesas estén dentro de la propia soda y no afuera de forma abierta con toda la clientela de los demás negocios”.
Para esta mujer que se vio obligada a disminuir personal de 6 a 3 personas que trabajaban con ella, han sido duros los momentos vividos y agrega que, "era mil veces mejor allá donde nos encontrábamos antes (boulevard e inmediaciones) pues hoy las ventas se han ido al piso en comparación con allá”.
Continuamos nuestro recorrido y encontramos en nuestro andar, un mercado que quizás se saldría de la media de otros mercados, inclusive la parte vieja de antiguo mercado de Limón, pues en este impera el orden, el aseo y la atención en un lugar que mezcla lo anterior con muy buena iluminación natural y artificial, con la belleza de mesas y sillas multicolores qué dan un aspecto moderno y agradable del lugar.
Es así como encontramos a Juan Flores, él estaba sentado frente a su establecimiento Heladería "La Bendición", quien señaló: “Bueno la verdad es que muy bonito la parte de abajo y hasta ahí mi comentario sobre las instalaciones y estructura de esto”.
Pudimos percibir el sentimiento de temor que enfrentan varios de los inquilinos de este mercado, pues no deja de existir incertidumbre en cuanto al futuro de sus negocios, la poca presencia de público y los altos costos de operación.
“La verdad es que hay un sinsabor de lo que se esperaba o se espera en lo que se pronosticó en cuanto a las ventas, no solamente que porque la situación este difícil si no que también es una realidad que la afluencia de personas es muy muy baja”, concluyó Flores.
Los comerciantes piden que las autoridades municipales tengan apertura en buscar solución a sus problemáticas y les brinden alternativas y ayudas, sea mediante la disminución en las tarifas de alquiles, reactivación económica mediante actividades llamativas para el consumidor o acercamiento y toma de decisiones de manera conjunta con los afectados.
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